“Quiero vivir solamente para esos instantes, en los cuales
siento la totalidad de la existencia como una melodía, cuando todas las llagas
de mi ser, todos mis desangramientos interiores, todas mis lágrimas retenidas y
todos los presentimientos de felicidad que tuve bajo los cielos de verano en el
eterno azur, están reunidos para fundirse en una convergencia de sonidos, en un
impulso melodioso y en una comunión universal, cálida y sonora”. Con esta
frase, el filósofo rumano Emil Ciorán nos acerca una de las pinceladas más
intensas en relación al estrecho, sanador y revelador vínculo entre la música y
el alma humana.
Algo que me ha llamado la atención desde que llegamos a la interacción
cotidiana con las personas con discapacidad intelectual que nos rodea, es la
relación tan cercana que mantienen con la música en todas sus versiones.
Desde que la usamos para la estimulación temprana cuando esperamos un
bebé y por los consejos de la persona que nos guiaba en los ejercicios
prenatales y nos recomendaba que escucháramos melodías con compás de cuatro por
cuatro y nos maravillábamos de la reacción del bebe, hasta verlos ahora tocando
instrumentos musicales con las melodías que más les agrada ,así sea de
canciones en inglés de las que difícilmente saben pronunciar y en muchos casos
ignoran su significado, pero con las que se inspiran completamente y como dicen
los jóvenes de ahora “se la sollan”.
Esto nos lleva a reflexionar acerca de los beneficios para el desarrollo
motriz, mental y actitudinal de las personas en situación de discapacidad
gracias a la música.
Para nadie es un secreto que la música es un potenciador de la actividad
mental y mejora algunas habilidades adaptativas como el habla, la escucha y la
memoria al repetirse varias veces las melodías.
Para las personas con discapacidad, estos beneficios son más notorios
porque adicional a los antes mencionados, con la música, mejoran la autoestima,
adquieren o refuerzan relaciones interpersonales, se motivan por aprender
nuevas melodías sin importar lo difícil que parezca porque para ellos se
convierte en un reto.
En nuestro medio ya existen varias propuestas de grupos musicales
conformados por algunos jóvenes con discapacidad cognitiva, que a través de su
esfuerzo buscan promover su talento disfrutando de las oportunidades de
expresión que lentamente se abren en nuestra sociedad.
Te invitamos a que conozcas, un grupo que se llama “Amor Latino” de
Medellín https://www.youtube.com/watch?v=Z7GWDVcmMpY
e “Inclurock” de Bogotá https://www.youtube.com/watch?v=f6zmXyt8tYE
¿Cuéntanos qué opinas al respecto, de la música que te agrada? Haz tenido
la oportunidad de escuchar a una persona con discapacidad, tocando algún
instrumento o algún grupo musical en alguna presentación?
Victor Hugo Tejada Arenas