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miércoles, 28 de febrero de 2018

BALANCE DE TRES DÉCADAS





BALANCE DE TRES DÉCADAS

En enero pasado Sara cumplió 30 años de estar compartiendo con nosotros su existencia.

Han sido años de experiencias increíbles y resultados inimaginables desde que nos confirmaron su diagnóstico de Síndrome Down. Hemos pasado de trabajar con ella  todos los días haciéndole ejercicios de terapia física para que se sentara sola, caminara y bailar, luego para que se le entendieran sus pocas palabras iniciales (y ahora le tenemos que decir que no hable tanto), acompañándola en sus diferentes etapas de aprendizaje, desde la guardería, el colegio, y aceptar el reto personal y familiar de alcanzar los logros como primer bachiller académica, con flexibilización curricular, en 2007, del colegio Alcaravanes.

Todo estos años de trabajo interdisciplinario, con terapistas físicas y de lenguaje, profes de natación y patinaje y una cantidad considerable de maestros de diversas disciplinas académicas, habían permitido llegar a un hito que con toda seguridad no estaba previsto ni para los profesores, ni para Sara y mucho menos para nosotros sus padres.

Llegamos entonces a una situación en que teníamos que buscar una actividad para Sara que llenara los espacios que tenía libres fuera de sus ensayos y funciones de teatro y de su jornada como aprendiz de camarera en La Pastizeria de nuestro amigo Uriel Ruiz (Q.E.P.D).

Surgió entonces TQM Papelería, a la que inicialmente le pusimos todo el empeño y Sara se adaptó fácilmente a su horario de trabajo, pero en la que se aburría por la falta de contacto con otras personas que requirieran de los productos que allí ofrecía.

Y fue entonces cuando arrancamos con nuestro proyecto de emprendimiento social con TQM Creativo, que también ha estado lleno de experiencias y nuevos conocimientos que hemos venido aplicando durante estos años de gestión y que nos ha exigido grandes esfuerzos a todos nosotros incluyendo a Sara.


Para complementar con creces esta experiencia de vida, hace catorce meses se volvió realidad un sueño que yo como papá de Sara tenía desde que me empecé a imaginar cómo sería la vida de mi hija cuando fuera “grande”. Sara empezó a formar parte de una gran empresa como es Compañía de Empaques, en donde trabaja en el archivo y acompaña a su presidente Pedro Miquel Estrada Londoño en diferentes tipos de reuniones.

Yo me la había imaginado en una empresa pequeña, desempeñándose en una actividad rutinaria de bajo perfil y contenta por estar ocupada todo el día como el papá. Pero ahora que la veo que se levanta con tiempo suficiente para dejar sus cosas en orden y se coloca con cuidado la ropa que dejó preparada desde la noche anterior con sus accesorios que combina, prepara su lonchera para la media mañana y sale toda pavoneada con su sombrero acosando a su mamá porque va a “llegar tarde a mi labor”, me embarga una gran emoción al sentirme el papá más orgulloso del mundo.

Esperamos seguir viviendo nuevas y grandes experiencias con nuestra hija y que sus logros y sueños motiven a otras personas en situación de discapacidad, a seguir adelante en su empeño por ser cada día mejores en lo que les gusta, con el apoyo de sus familias y amigos para quienes son lo más importante de sus existencias.


VICTOR HUGO TEJADA ARENAS

TQM Creativo