Seguidores

martes, 11 de junio de 2019




VIAJANDO TAMBIÉN SE APRENDE


Por estos días que estábamos organizando nuestro próximo viaje de vacaciones, nos encontramos con un texto que hablaba de nuestro viaje a Suramérica en el año 2007.

“Plan de trabajo viajero”, fue el título que le dio la profesora Margarita Galeano, que era la profesora del grupo de Sara en ese año, cuando ella cursaba el grado 11.

Su propósito era “fortalecer el proceso formativo de la estudiante Sara María Tejada Jaramillo, a través de actividades de observación y recolección de información en su viaje por Sudamérica, teniendo en cuenta el aprovechamiento de la experiencia como un elemento fundamental de su proceso de aprendizaje”.

En las diferentes partes del documento, se nos pedía que apoyáramos a Sara a llevar un diario de todos los aprendizajes que cada día de viaje se podían observar, en temas tan variados como:

La química y la física aplicada a los diferentes menús de comida que probamos.

En el area de matematicas, que hiciera las sumas de las distancias recorridas entre los diferentes destinos, que se incluían en este tour.

Para educación física nos fuimos a conocer el estadio de La Bombonera y en su museo leímos la historia del Boca Juniors. Allí se dio cuenta que varios jugadores colombianos han jugado en ese prestigioso equipo argentino.

Ana Maria y Sara en el cruce de lagos 

La actividad que más disfrutó Sara fue escuchar los diferentes tipos de música no solo de los 3 países visitados (Chile, Argentina y Brasil), sino de la que colocaban los otros miembros de los grupos de turistas que conocimos (franceses, alemanes, ingleses) y darse cuenta que este lenguaje se vuelve universal, cuando todos sabían las canciones de Shakira o Juanes, que ella guardaba en su MP3, que orgullosamente prestaba para que todos pudieran escuchar.

El reto que más disfruté fue el de practicar inglés en el barco “mochilero” que escogimos para conocer, luego de navegar 3 días, la hermosa Patagonia chilena. En el viajaban un ciento de turistas de diversas nacionalidades, pero los únicos de habla hispana como lengua materna éramos el personal de la tripulación y nosotros tres.

La anécdota más simpática en este viaje en barco, fue que dentro de los pasajeros había un muchacho muy buen mozo y el más sociable con todos los grupos de pasajeros. Era escocés y a pesar del intenso frío, se mantenía de camiseta, bermudas y sandalias. Siempre caballeroso en el saludo, les llamó mucho la atención a Sara y Ana María. Un día se les soltó un piropo luego de pasar a nuestro lado y le dijeron “qué tarrao”, pero él siguió de largo, parecía que no había entendido. Sin embargo al rato volvió a pasar y en un español muy pausado les preguntó: “Qué quisieron decir con la palabra “tarrao” que no la encuentro en mi diccionario”. Ellas se pusieron de todos los colores y sonriendo le dije “you are handsome”, a lo que él respondió con una sonrisa que las dejó igual de paralizadas.


VICTOR HUGO TEJADA ARENAS


TQM Creativo