NEUROALIMENTACIÓN AYUDA A PERSONAS CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL
Estudios
recientes demostraron que una alimentación adecuada en personas con
Síndrome de Down, Trastornos del Espectro Autista y/o Trastorno por Déficit de
Atención con o sin Hiperactividad, ayuda a regularizar los procesos metabólicos
alterados y beneficia de manera importante sus habilidades cognitivas.
La “Neuroalimentación como Apoyo al Desempeño Fisiológico
y en las Habilidades Cognitivas en personas con Trisomía 21, Trastornos del
Espectro Autista y Trastorno por Déficit de Atención”, es una investigación
realizada entre diversos organismos encabezados por Palsgaard Industry de
México y el Conacyt, y es única en su tipo a nivel internacional, ya que
documenta y comprueba que el consumo de nutrientes específicos ofrece una nueva
esperanza en el tratamiento de estos pacientes.
Síndrome de Down (Trisomía 21), Trastornos del Espectro
Autista (TEA) y Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad
(TDA/H). Trisomía 21, comúnmente conocida como Síndrome de Down,
es una condición de nacimiento con características intelectuales, psicológicas
y físicas que generan discapacidad en el individuo. Con base en datos
provenientes del INEGI y la SSA, es posible estimar que el Síndrome de Down
afecta a unos 250 mil mexicanos.
Respecto de Autismo, las personas que lo viven suelen
mostrar dificultades significativas de comunicación y socialización, desarrollo
del lenguaje, y frecuentemente presentan intereses y conductas inusuales. En el
país, del total de la población infantil que asciende actualmente a 37
millones, hay alrededor de 37 mil niños con esta enfermedad.
El Trastorno por Déficit de Atención se caracteriza por
una inmadurez en el desarrollo de las actitudes de impulsividad, hiperactividad
y atención. Según el Grupo de Expertos de la Facultad de Psicología de la UNAM,
es la alteración neuropsiquiátrica más común a nivel mundial entre los niños,
con una prevalencia entre 3 y 7% de las personas en edad infantil.
Mediante la interrelación de datos provenientes del Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la Secretaría de Salud (SSA), y
UNAM, es posible estimar que alrededor del 30% de la población con capacidades
diferentes de nuestro país se encuentra en alguno de los Trastornos del
Espectro Autista, con Síndrome de Down o con Trastorno por Déficit de Atención
con o sin Hiperactividad.
Al respecto, “las políticas públicas se han quedado
cortas, y requerimos ampliarlas para que enfoquen sus esfuerzos a la
procuración de una alimentación especializada para las personas con estos
trastornos, así como en el diseño de mecanismos y programas de apoyo para
sus familias desde el aparato gubernamental, con el objetivo de realizar
tratamientos integrales”, aseveró Edilberto Sánchez, líder del proyecto de estudio.
Las necesidades específicas de estos grupos involucran
además de una situación de vulnerabilidad dada la falta de atención a que son
relegados, íntimas afinidades fisiológicas y metabólicas que hacen de su
tratamiento una labor altamente especializada y compleja.
El objetivo del proyecto de investigación en
Neuroalimentación es el de ayudar a regularizar los procesos metabólicos
alterados y beneficiar las habilidades cognitivas y conductuales de los sujetos
en dichas condiciones, mediante una dieta adecuada y un Complemento Alimenticio
desarrollado especialmente para atender las deficiencias metabólicas de las
personas en alguna de esas tres condiciones. A través de estos cambios
positivos, se busca beneficiar la calidad de vida de los individuos y sus familias.
Se trata de utilizar una dieta adecuada y un complemento
alimenticio desarrollado específicamente para atender las deficiencias
metabólicas de estas personas; sin embargo, también es fundamental el
compromiso y apoyo de la familia para alcanzar los máximos resultados de esta
alternativa tratamiento”, explicó el especialista.
Respecto del tratamiento farmacológico que suele ser
comúnmente aplicado a este tipo de pacientes, la bibliografía relacionada al
tema hasta el momento reporta que si bien no se menosprecia su efectividad, el
resultado no ha sido el esperado, aspecto al que se suman los adversos efectos
secundarios, como la propensión a desarrollar dependencia, afecciones severas
al apetito (anorexia u obesidad), trastornos severos de sueño o la depresión
desde leve a severa.
Con una alimentación dirigida, sin los efectos
colaterales negativos que tienen ciertos fármacos, se incide exitosamente en el
desempeño y desarrollo del individuo, así como en su calidad de vida”, aseguró.
A partir de los hallazgos arrojados por esta
investigación, el especialista en Neuroalimentación, considera que ya se cuenta
con los elementos básicos para detonar el trabajo para la creación de políticas
públicas con el apoyo de los especialistas de la salud --pediatras, nutriólogos,
neurólogos, psiquiatras, psicólogos--, que sepan orientar a los padres, las
instituciones y a la sociedad en general sobre el esquema de nutrición
especializado que deben recibir las personas de estos tres grupos vulnerables.
Finalmente, el líder de la investigación dijo que
es fundamental entender que “estamos en un entorno social que nos ha
obligado a mirar y pensar la discapacidad de una manera diferente. Conviene
considerar esta alternativa de tratamiento a través de la alimentación,
que puede incidir de forma muy importante en el desempeño y desarrollo del
individuo mediante una alimentación dirigida, sin los efectos colaterales
nocivos que tienen algunos medicamentos”.
En la realización de las investigaciones con el fin de
aglutinar mayor conocimiento para el apoyo de los tres grupos vulnerables,
unieron esfuerzos el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y
Palsgaard Industri de México, junto con la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM), la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) y la
Universidad Iberoamericana (UIA).