CRÓNICAS DE EXPECTATIVA
Desde el año pasado Sara y sus
compañeros del teatro se dieron a la tarea de leer y entender a su manera, una
de las obras cumbre de la literatura latinoamericana, “Cien años de soledad”, del
nobel de literatura Gabriel García Márquez.
A medida que avanzaban en su
lectura, incrementaban las preguntas de Sara, acerca del significado de algunas
palabras, poco conocidas actualmente y que de acuerdo con lo leído
recientemente acerca de esta grandiosa obra, tiene más de 10000 palabras
diferentes.
El entusiasmo por leer y entender
esta novela, nos llevó a leerla en compañía y a mí a releerla para entenderla
mejor y así podérsela explicar a Sara. Según lo que ella me comentaba todos, en
el Teatro El Grupo, tenían muchas ganas de entender los distintos personajes,
incluso Juan José López, uno de sus integrantes, se propuso para interpretar a
Gabo.
Los meses de preparación de la
obra pasaron y seguíamos con la expectativa de cómo sería que iban a
interpretar los muchachos una obra literaria tan compleja como “Cien Años de
Soledad”.
Imagínense la sorpresa nuestra
cuando Sara nos dijo “el título de la obra va a ser CRONICAS DE SOLEDAD y ya
tenemos repartidos los papeles principales como: el coronel, Úrsula, Melquiades,
Pilar Ternera, Amaranta, Pietro Crespi, los Aurelianos, Mauricio Babilonia y el resto”.
Llegó el día de la premier y todo
era un ambiente de expectativa para el auditorio y mucho más para los actores.
A medida que desfilaban al ritmo de la música adaptaba para la obra por
Niyibeth Alarcón y su grupo, se iban desarrollando los diferentes fragmentos
que representaban de una manera muy particular y espontánea.
Cada uno de los personajes
caracterizado de manera colorida y con el “tumbao” propio que cada artista le
impregnó al mismo, resaltaban más con el juego de luces y el fondo oscuro que
le imprimió su toque de misterio “macondiano” a esta primera función.
No podían pasar desapercibidas
las escenas de las peleas de gallos, las rifas incontables de Petra Cotes, las
fiestas por diferentes motivos, con su respectivo acompañamiento musical y por
supuesto la muerte que es personaje itinerante en toda la obra.
Los asistentes vemos en escena unos
Aurelianos y Arcadios en diferentes
épocas, Melquiades y sus gitanas que siguen siendo igual de enigmáticos y
escurridizos que en el famoso escrito, Pilar Ternera, Úrsula, Remedios, Amaranta,
interactúan de una manera que resaltan la importancia y fuerza de su rol en la
obra cumbre del nobel colombiano.
En la última escena al final de
la centuria relatada, surge el grito de “la pelona” que se lleva a la tumba a
todos los personajes en esta historia sin fin.
Estuvo sensacional, no te pierdas
las próximas funciones en el 2019.
Victor Hugo Tejada Arenas
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