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jueves, 9 de septiembre de 2021

 

MI ABUELA ME ENSEÑÓ…

 

La función principal de un abuel@ es acompañar a los nietos en su proceso de crecimiento y desarrollo para que logren la construcción de autoestima, creatividad, autonomía, solidaridad, salud y felicidad.

Hace un año, murió la abuelita Yolanda, y a pesar de que venía, con problemas de salud, es una situación que nos ha marcado la vida a todos, ella estuvo presente en su vida; cada día de su existencia. Ella desde el día que empezamos las diferentes terapias, fue el apoyo incondicional y la persona que nos acompañó todo el tiempo, aprendiendo, y recorriendo el camino con nosotros para lograr un buen desarrollo para Sara.

La abuelita Yolanda, estuvo con ella desde siempre, cuando estaba bebe y pequeña, ella con sus conocimientos de mamá y maestra, se dedicó en cuerpo y alma a Sara, para lograr un buen proceso, en todas las áreas de aprendizaje.

La abuelita Yolanda, se reía de todos los aportes que nos parecían chistosos, también sufría, con sus problemas de salud, nos orientaba como padres, en lo que creía que debíamos hacer para el manejo adecuado de Sara. En pocas palabras: SIEMPRE ESTUVO CON ELLA.

Por todo esto, el amor que Sara, tiene por su abuelita, es muy grande.

 


Sara, por su personalidad, llora poco, y así fue el día de la muerte de su abuelita, pero ella cree de todo corazón, que está en el cielo. A partir de ese día, tiene una foto de ella en su habitación y en cada momento del día que le queda fácil, le habla y le cuenta sus cosas, le pide consuelo, le cuenta los problemas de la casa, pero sobretodo le dice que la extraña mucho y que quisiera que estuvieran juntas de nuevo.

Las cenizas de mi mamá estuvieron en mi casa unos días, Sara y nosotros rezábamos diario por su eterno descanso. Esta situación no le generó a ella sentimientos inadecuados, al contrario, todos los días la saludábamos y nos despedíamos de ella.  Cuando llegó mi hermana a Medellín, Sara le entregó palabras muy significativas relacionadas con la muerte y de todo corazón creo que llegaron a su alma.

Nosotros como familia, hemos tratado lo mejor posible los diferentes duelos que hemos tenido a lo largo de nuestras vidas.  No estamos de acuerdo en esconderle a Sara, las dificultades propias de la vida. Tanto es así, que le contamos a Sara, todo lo que nos sucede, obviamente, tomando en cuenta su capacidad de análisis y comprensión. Por eso cuando llegó este duelo, ella ya conocía que estaba enferma, que podría morir y entendió poco a poco, que la muerte es irreversible, que no volvería a ver físicamente a su abuela, como le sucede a todo el mundo.

Como Sara es una persona tan textual, procuramos que la información que le suministramos acerca de la muerte sea real y fácil de digerir.  Debe entender y saber que la persona que se muere no vuelve a esta dimensión nunca y por tanto, no la abrazáremos, ni la besaremos nunca más.

Para Sara, fue difícil entender porque Dios, dejo morir a su abuelita, sabiendo que era buena y que  la necesitábamos, que queríamos estar con ella para que nos hiciera reír como siempre.  Le pregunté como lo logró y su respuesta fue “yo vivo cada día sin afán”.

Como familia, siempre hemos conversado el tema de la muerte, no solo de mi mamá, sino de todas las personas que vinieron después por el asunto de la pandemia mundial.  Todos expresamos nuestros sentimientos a este respecto, no solo con palabras, vemos películas relacionadas con el tema, oramos, y vivimos.

Hasta el momento, no hemos experimentado cambios significativos en su compartimiento, sabemos que los procesos de duelo también se pueden presentar más adelante.   Tenemos que tener claro que, para las personas con discapacidad intelectual, la pérdida existe, el duelo existe y que, aunque para el resto pasen desapercibidos, estas personas sufren y deben elaborar el duelo de la mejor manera y salir fortalecidas de la experiencia.

Este proceso de duelo en Sara se fue llevando desde dos años antes, cuando su abuelita se fue enfermando, logrando de este modo “una mejor asimilación” de la muerte por parte de ella, pero si su causa hubiera sido por un accidente fatal, un infarto o algo parecido, hubiera sido más difícil de asimilar.

El sistema de apoyo con que cuenta Sara es poco y sus amigos son superficiales, tienen poca relación personal, es solo en los ámbitos que ella maneja.

Buscamos actividades que le guste realizar, así mismo fomentamos las relaciones con sus amigos del teatro, de su actividad con los estudiantes de Bogotá, y demás.

A veces, se presentan días esporádicos en que expresa con llanto o con palabras, la tristeza por la muerte de su abuelita y también expresa que a menudo, se le aparece en sueños y le dice cosas, como por ejemplo que hacer al respecto de una situación que pasa con ella o su familia.

Al final debemos estar revisando que se haga bien el duelo, mirar sus manifestaciones, comentarios y su diario vivir.  Debemos hablar acerca de lo que hemos aprendido de la situación y cómo podemos mejorar nuestras vidas.  Además, debemos afrontar que la muerte es algo natural y que le pasa a todo el que esté vivo. Lo importante, es que hacer cuando esto nos suceda.

No debemos evitar que la persona con discapacidad exprese sus sentimientos al respecto, puede quedarse en cama, llorar demasiado, no hablar, entre otros.  Pero si debemos estar presentes y si es del caso, buscar ayuda.

 

ANA MARIA JARAMILLO ARANGO



 

jueves, 29 de julio de 2021

Y en esta Pandemia…

Esta pandemia, nadie la había pensado, ni los grandes científicos del mundo la hubieran dimensionado y menos del tamaño y los alcances que ha tenido.

En marzo de 2020, cuando nos dieron la noticia que no podíamos salir para nada a la calle, ni a los trabajos, ni a clases, no podíamos visitar a nuestros familiares y recibíamos a diario una lista de malas noticias en todo el planeta, creímos que iba a durar poco.

De pronto le llega la noticia a Sara Tejada, que no puede ir a trabajar, contando con que ya tenía la rutina diaria de desplazarse a la empresa, que no vería a sus jefes, a sus compañeros y no desempeñaría  las actividades que tenía acostumbradas a diario.

La noticia fue muy dura, porque romper la rutina diaria en una persona con retardo mental, implica demasiadas condiciones neurológicas que la afectaron demasiado. no solo era el trabajo en Compañía de Empaques, eran los ensayos y las presentaciones de Teatro el Grupo, pasear, visitar a sus familiares, y eso movió las fibras más íntimas de Sara



Además la preocupación constante de los problemas de salud y de muerte que vienen con la pandemia, los cuidados propios de pandemia, el tener que permanecer solos tanto tiempo y solo comunicarnos virtualmente, ocasionó que se pusiera nerviosa, ansiosa e intranquila.  

Para trabajar esta situación tuvimos que cambiar los noticieros, por realitys. En la virtualidad, ser más felices y hablar de lo positivo y tuvimos que buscar otras actividades que no teníamos planeadas, como: revisar fotos físicamente y el computador, también descargar toda la música al PC, realizar juegos de mesa y hasta algo de aeróbicos con la ayuda del internet.

Sara constantemente, preguntaba que cuando volvería a sus labores diarias, como el trabajo el teatro, pero veía que no le podíamos dar una respuesta positiva a este respecto.

Nosotros como familia, acudimos a todos nuestros cenicientos y creamos una rutina nueva para ella, acompañados de todos los hábitos adquiridos por ella, para mantener todas sus  habilidades.

En junio con la llegada a Medellín de su primo Daniel Bermudez, tuvo la oportunidad de conectarse virtualmente con el Programa Crecer para la vida adulta, de la Corporación Síndrome de Down de Bogotá, en el que él venía participando con sus compañeros.  

Este programa que se venía dado presencialmente, se adaptó a la virtualidad y esto permitió el seguir interactuando y fortaleciendo sus habilidades cognitivas, sociales y más, en diferentes temas como lectura, matemática y hábitos de la vida diaria.   Consiguió nuevos amigos virtuales, tanto docentes como compañeros.

Llegó el reto de aprender Excel, Word y power point, que fue dictado por la profesora Sandra, que con una alta dosis de compromiso y paciencia acercó al grupo de jóvenes a los conceptos básico de estas herramientas informáticas.

Gracias a estos nuevos conocimientos hemos podido ocupar a Sara y a Daniel en la tarea de identificar y listar una colección de billetes y monedas que Víctor ha recolectado durante muchos años. Cada uno debe leer lo que dice la moneda o billete, buscar su país de origen y el año de emisión para registrarlos en su computador. Esto ha requerido de un acompañamiento y supervisión por parte de alguno de nosotros, pero con su dedicación y esfuerzo han sido pocos los errores y mucho el aprendizaje sobre los nombres de las monedas, los países y las fechas.

Profesoras como Catalina Riveros Camargo, Milena Peña, Natalia Gomez y Claudia Hernández y las demás que han apoyado a Sara y a Daniel en este periodo de sus vidas, nos permite ver que la docencia no es una profesión es un habito de vida, Gracias a estas personas

Todo esto, gracias a la pandemia.

Ana María Jaramillo Arango                            Víctor Hugo Tejada Arenas


jueves, 26 de marzo de 2020




¿QUÉ HACES TÚ QUE LA GENTE NO SABE?

Aproveché este interrogante visto en un video de jóvenes con Síndrome Down de España, para hacérselo a los muchachos de Teatro El Grupo de Medellín , una tarde de viernes, luego de su ensayo.

Como de costumbre, estaban a la expectativa de cuál iba a ser el tema de mi conversación con ellos. 

Comencé diciéndoles que con la reciente difusión de la nota del periodista Juan Pablo Montoya, no íbamos a hablar desde el punto de vista de actores de teatro, sino de su vida cotidiana.

Comencé con Sofía Agudelo, que era la primera en la fila, quien luego de atender la explicación de Beatriz Duque, la directora, a mi pregunta y tomar aire para hablar claro dijo, “se leer”. Esta capacidad en una persona con parálisis cerebral, es un mito para la mayoría de la sociedad, pero ella es un ejemplo de superación para las personas con este tipo de discapacidad.

Luego le tocó el turno a Felipe Garcia, quien de manera natural expresó “fuera de teatro yo hago otras cositas por ahí como cuidar animales”.

Natalia Villegas comentó, “ayudo en las labores de la casa todos los días y voy al gimnasio dos días a la semana"


Llegué donde Sofía Gómez, quien haciendo un adecuado esfuerzo para hablar pausado dijo, “estoy en clases de karate y toco guitarra porque quiero dar un concierto”.

Al tocarle el turno a Sara Montes, se intimidó un poco con la cercanía del celular que usaba para grabar los testimonios, sin embargo tímidamente expresó “me gusta pintar uñas a los demás”.

Luego llegué donde Sara Tejada quien de manera pausada expresó “hago recetas de cocina y pinto mandalas”. Dicen que los mandalas relajan las mentes estresadas.

Al lado estaba Carlos Hincapié, que con emoción y orgullo dijo “estudio en el colegio y en mi casa arreglo la cama, trapeo y soy juicioso”. El colegio para Carlos, es una biblioteca pública donde asiste diariamente con su padre y donde copia en un cuaderno lo que va leyendo en el libro que escoge ese día.

Tomado de página de facebook de Teatro El Grupo

Continué con José Pablo Monsalve, quien estaba expectante para poder hablar y escuchar la grabación de su voz. En su tono pausado característico dijo “toco flauta, voy a clase de hidroterapia, me encanta tomar fotografías y escribir en computador”.

Al tocarle el turno a Estefanía Gil, de manera natural respondió “hago pulseras en mi casa y voy a natación”. Ella junto a otras amigas suyas y con el apoyo de sus madres, montaron un taller de bisutería en su casa.

Cuando llegué donde Sara Chávez, me sorprendió que dejara a un lado su timidez y de forma clara nos dijo “me gusta la poesía, escribir poemas me sale del corazón. También me gusta la fotografía”. Es de resaltar que Sara ha ganado premios tanto en poesía como en fotografía en varios concursos en los últimos años.

Al lado de Sara, estaba Paulina Zapata quien con su espontaneidad contó “soy baterista y ahora formo parte del grupo musical Trifonia 21 y toda la vida me ha gustado escribir mi diario con todas las cosas maravillosas que vivo”.

Al tocarle el turno a Jhonatan Suarez, le hice señas para que nos hablara pausado para entenderle mejor, tomó aire y lentamente dijo “ayudo en la casa a arreglar todo lo que mi mamá me dice. También ayudo a mi papá en la tienda. Y lo que más me gusta es bailar salsa y rock.” Es de anotar que Jhonatan considero que tiene una inteligencia cinética corporal, que es muy poco común en las personas con síndrome de Down.

Enseguida estaba Habeidi Cano, que con toda naturalidad expresó que ayuda en su casa en los diferentes oficios y cuida sus gatos. Además le encanta organizar toda la maleta de los elementos de teatro El Grupo, porque se graduó como Auxiliar de Logística en el SENA.

Llegó el turno de César Román, quien luego de un efusivo abrazo de saludo nos dijo que le gusta hablar con la gente, algo que ha desarrollado notablemente desde que está en el teatro, patinar con su novia y le encanta viajar y comer bien. Y sus compañeros dijeron que tiene un cuerpo muy agradecido porque no se le nota nada de lo que come.

A Carlos Santiago Moreno, le tocó hablar de último y dijo “me gusta patinar, soy boy scout y ayudo en la casa a hacer oficios y hasta cocinar. También me gradué como Técnico en Hotelería en el SENA”.

En resumen, estos muchachos hacen tantas cosas y son un testimonio de vida, superación y amor,  que nos sirve de ejemplo a muchos de nosotros.


Fue otra tarde muy agradable y enriquecedora conociendo otros aspectos de la vida de estas extraordinarias personas. 

Hasta pronto.


VICTOR HUGO TEJADA ARENAS

martes, 11 de junio de 2019




VIAJANDO TAMBIÉN SE APRENDE


Por estos días que estábamos organizando nuestro próximo viaje de vacaciones, nos encontramos con un texto que hablaba de nuestro viaje a Suramérica en el año 2007.

“Plan de trabajo viajero”, fue el título que le dio la profesora Margarita Galeano, que era la profesora del grupo de Sara en ese año, cuando ella cursaba el grado 11.

Su propósito era “fortalecer el proceso formativo de la estudiante Sara María Tejada Jaramillo, a través de actividades de observación y recolección de información en su viaje por Sudamérica, teniendo en cuenta el aprovechamiento de la experiencia como un elemento fundamental de su proceso de aprendizaje”.

En las diferentes partes del documento, se nos pedía que apoyáramos a Sara a llevar un diario de todos los aprendizajes que cada día de viaje se podían observar, en temas tan variados como:

La química y la física aplicada a los diferentes menús de comida que probamos.

En el area de matematicas, que hiciera las sumas de las distancias recorridas entre los diferentes destinos, que se incluían en este tour.

Para educación física nos fuimos a conocer el estadio de La Bombonera y en su museo leímos la historia del Boca Juniors. Allí se dio cuenta que varios jugadores colombianos han jugado en ese prestigioso equipo argentino.

Ana Maria y Sara en el cruce de lagos 

La actividad que más disfrutó Sara fue escuchar los diferentes tipos de música no solo de los 3 países visitados (Chile, Argentina y Brasil), sino de la que colocaban los otros miembros de los grupos de turistas que conocimos (franceses, alemanes, ingleses) y darse cuenta que este lenguaje se vuelve universal, cuando todos sabían las canciones de Shakira o Juanes, que ella guardaba en su MP3, que orgullosamente prestaba para que todos pudieran escuchar.

El reto que más disfruté fue el de practicar inglés en el barco “mochilero” que escogimos para conocer, luego de navegar 3 días, la hermosa Patagonia chilena. En el viajaban un ciento de turistas de diversas nacionalidades, pero los únicos de habla hispana como lengua materna éramos el personal de la tripulación y nosotros tres.

La anécdota más simpática en este viaje en barco, fue que dentro de los pasajeros había un muchacho muy buen mozo y el más sociable con todos los grupos de pasajeros. Era escocés y a pesar del intenso frío, se mantenía de camiseta, bermudas y sandalias. Siempre caballeroso en el saludo, les llamó mucho la atención a Sara y Ana María. Un día se les soltó un piropo luego de pasar a nuestro lado y le dijeron “qué tarrao”, pero él siguió de largo, parecía que no había entendido. Sin embargo al rato volvió a pasar y en un español muy pausado les preguntó: “Qué quisieron decir con la palabra “tarrao” que no la encuentro en mi diccionario”. Ellas se pusieron de todos los colores y sonriendo le dije “you are handsome”, a lo que él respondió con una sonrisa que las dejó igual de paralizadas.


VICTOR HUGO TEJADA ARENAS


martes, 9 de abril de 2019

POR QUE SIEMPRE TE VES FELÍZ


POR QUE SIEMPRE TE VES FELÍZ

La cita estaba planteada desde finales de 2018, pero solo se pudo concretar luego del reinicio de ensayos del Teatro el grupo, por falta de sede, a mediados de febrero.

Al llegar al sitio de ensayos, se escuchaba tras las puertas que comentaban acerca de una escena nueva de “crónicas de soledad”. Luego de terminar el ensayo me permitieron entrar y les pedí que hiciéramos un circulo para facilitar la conversación.

Les dije que quería escuchar las opiniones acerca de la percepción, errada en mi concepto de que “los jóvenes con discapacidad están siempre felices”. Quería comprobar el paradigma de la eterna felicidad de los jóvenes con discapacidad intelectual.

La pregunta inicial fue “Por qué siempre te ves feliz?” y a continuación resalto lo más importante que expresó cada uno de los muchachos.

Empiezo con Sara, quien expresó "Por poder ensayar con mis amigos en teatro".

Sofía, la nueva integrante estaba juagada en sudor por el calor que había aguantado en su primer día de ensayo de teatro con “crónicas de soledad”, se había dado cuenta de que el calor macondiano, se podía sentir en este sitio. La respuesta dada por ella con todo su esfuerzo, por la limitante que tiene por su parálisis cerebral, fue  “Por qué Dios me ama, soy feliz”.
Todos sus compañeros, la apoyaron con un “eso” en coro.

Carlos, tiene su turno y expresa que él se siente feliz por el amor que siente por Sara, su novia y por formar parte del grupo de teatro. 

Sofia dijo  “soy feliz en teatro, con mis compañeros”.

Estefanía, habiendo escuchado lo dicho por sus compañeros, afirmó “algunas veces soy feliz, como cuando estoy ensayando con el teatro o en las presentaciones. Pero algunas veces no soy feliz porque me pongo a pensar cosas en mi cabeza, asuntos personales, que me remueven”.

Felipe, dijo “soy feliz porque la vida es maravillosa, el compartir con todos en el teatro. Cuando a veces me enojo, me pongo triste y dejo de ser feliz”. Se forma una algarabía al escuchar lo del enojo, con risas y palabras de consenso al reconocer que esta es una característica de los artistas de este grupo de teatro.

Cesar, afirmó “Por mis amigos, cuando estudiamos los textos, soy feliz. Me encanta hablar con ellos, hacerme entender todos los días más”.

Le corresponde el turno a Sara Tejada, y dijo que es feliz “porque amo lo que hago, también en mi casa porque allí están mis motores y guías (sus padres)". Al socializar el término “motores”, aparece en el diálogo de los muchachos, que conocen otros ejemplos para reforzar esta idea, como la directora del grupo de teatro, un hermano, la abuela, entre otros.

Natalia, expresa que se siente feliz al estudiar con todo el grupo los diferentes textos, compartir en los viajes y en las funciones de teatro.

José Pablo, con su tono pausado que lo caracteriza afirma, “soy feliz interpretando a García Márquez, escribiendo mis ideas y mi motor es el computador (en sentido figurado)”.

Paulina, “me encanta cantar y ser actriz. Cantar para mí las canciones que me gustan y bailarlas”.  

Cuando le toca el turno a Carlos Santiago, dice “me siento 100 % feliz haciendo teatro, con la familia que tengo,  y mi novia. Tengo muchos motores y  a mi directora la amo con toda mi alma, como a mi novia que también es actriz y está a mi lado".

Por su parte a Habeidy afirma, “mi familia me hace feliz, ser la persona que soy me hace feliz. Cuando le paso algo a mi familia no soy feliz”.

Jhonatan, que se mostraba ansioso por hablar, dijo “con mis amigos y amigas de teatro me siento feliz, con mis padres”, es tanta la emoción al expresar que se le dificulta hacerlo. No lo hace feliz que lo traten como niño, y todos reaccionan apoyando ese argumento.

Beatriz Duque, la directora del grupo de teatro, los conoce a todos y se da cuenta, con el solo saludo, cuando a alguno de los muchachos les pasa algo personal que los afecta al momento de llegar a los ensayos, algunos cuentan, otros se quedan callados, pero todos lo manifiestan de alguna manera, como cualquier persona, por alguna discusión, por el tiempo de transporte, etc. Afirma, no siempre se ven felices, pero son personas felices.

Fue una charla muy entretenida y enriquecedora, ojalá se pueda repetir pronto para tratar con ellos otro de los temas que me llama la atención.

VICTOR HUGO TEJADA ARENAS

lunes, 4 de febrero de 2019


CRÓNICAS DE EXPECTATIVA

Desde el año pasado Sara y sus compañeros del teatro se dieron a la tarea de leer y entender a su manera, una de las obras cumbre de la literatura latinoamericana, “Cien años de soledad”, del nobel de literatura Gabriel García Márquez.

A medida que avanzaban en su lectura, incrementaban las preguntas de Sara, acerca del significado de algunas palabras, poco conocidas actualmente y que de acuerdo con lo leído recientemente acerca de esta grandiosa obra, tiene más de 10000 palabras diferentes.

El entusiasmo por leer y entender esta novela, nos llevó a leerla en compañía y a mí a releerla para entenderla mejor y así podérsela explicar a Sara. Según lo que ella me comentaba todos, en el Teatro El Grupo, tenían muchas ganas de entender los distintos personajes, incluso Juan José López, uno de sus integrantes, se propuso para interpretar a Gabo.

Los meses de preparación de la obra pasaron y seguíamos con la expectativa de cómo sería que iban a interpretar los muchachos una obra literaria tan compleja como “Cien Años de Soledad”.

Imagínense la sorpresa nuestra cuando Sara nos dijo “el título de la obra va a ser CRONICAS DE SOLEDAD y ya tenemos repartidos los papeles principales como: el coronel, Úrsula, Melquiades, Pilar Ternera, Amaranta, Pietro Crespi, los Aurelianos, Mauricio Babilonia  y el resto”.

Llegó el día de la premier y todo era un ambiente de expectativa para el auditorio y mucho más para los actores. A medida que desfilaban al ritmo de la música adaptaba para la obra por Niyibeth Alarcón y su grupo, se iban desarrollando los diferentes fragmentos que representaban de una manera muy particular y espontánea.

Cada uno de los personajes caracterizado de manera colorida y con el “tumbao” propio que cada artista le impregnó al mismo, resaltaban más con el juego de luces y el fondo oscuro que le imprimió su toque de misterio “macondiano” a esta primera función.

No podían pasar desapercibidas las escenas de las peleas de gallos, las rifas incontables de Petra Cotes, las fiestas por diferentes motivos, con su respectivo acompañamiento musical y por supuesto la muerte que es personaje itinerante en toda la obra.

Los asistentes vemos en escena unos Aurelianos  y Arcadios en diferentes épocas, Melquiades y sus gitanas que siguen siendo igual de enigmáticos y escurridizos que en el famoso escrito, Pilar Ternera, Úrsula, Remedios, Amaranta, interactúan de una manera que resaltan la importancia y fuerza de su rol en la obra cumbre del nobel colombiano.

En la última escena al final de la centuria relatada, surge el grito de “la pelona” que se lleva a la tumba a todos los personajes en esta historia sin fin.

Estuvo sensacional, no te pierdas las próximas funciones en el 2019.


Victor Hugo Tejada Arenas

miércoles, 14 de noviembre de 2018



UN VIAJE ESPECIAL A NEW YORK

Todo fue expectativa en este viaje especial, desde la despedida en el aeropuerto de Rionegro, hasta cuando cuando avisaron que llegaron a su destino y al final del primer día cuando por mensaje de texto nos informaron que iban para la inauguración del Latitudes Dance Festival en New York.

Enviaron fotos y vídeos de los preparativos para las funciones, de los viajes en metro y de las caminatas por los diferentes sitios de “la gran manzana”.

Mientras tanto en nuestra casa se nos había olvidado el silencio que produce Sara María con su ausencia. Nos dedicábamos a nuestros quehaceres diarios y se nos olvidaba a veces los que ella acostumbra realizar.


Luego de dos “largas” semanas, la fuimos a recoger al aeropuerto y al salir de allí nos contó algunos detalles de su viaje con el Teatro el Grupo, como la caída de Habeidi, en la calle,que se reventó los labios, la burla que hizo un compañero con esa situación, el “oso” en el metro caracterizados como “Alicia en el país de las maravillas” rumbo a su monumento en el central Park, el frío al salir del hotel o del teatro en busca del sitio donde estaban invitados a cenar, entre otros.

También contó que en el hotel no había leche para el café y que por esto sólo tomaba jugo en el desayuno y su “cafecito” nocturno para dormir fue lo que más extrañó durante su viaje.

Al preguntarle por los traídos para nosotros y la familia, ella nos cuenta con preocupación, que había descargado un traductor de ingles a español, para defenderse en esa ciudad, porque ella no maneja ese idioma, pero al querer utilizarlo el wifi del hotel donde se encontraban era muy malo y en los sitios donde estuvieron, no pudo conectarse y eso ocasiono que no pudiera saber como se dice dulces en ingles y por eso no pudo traer nada de regalo.

Se sintió muy feliz cuando vio el teatro lleno para verlos actuar, los aplaudieron luego de las funciones, las felicitaciones de los que se acercaban a saludarlos y a tomarse alguna foto con alguno de los artistas.

Un viaje más, una nueva experiencia para Sara María y sus compañeros y para nosotros como familia, que vemos como cada vez se enriquece más como persona y difunde su alegría de ver la vida de manera diferente.

Estas experiencias y la manera como nos las cuenta nos hacen sentir una gran felicidad y alegría al ver que algunos detalles para nosotros poco representativos, para ella es todo un aprendizaje y la manera de expresar su punto de vista diferente.

Quien iba pensar años atrás que mi hija iba a estar en Nueva York, como actriz de teatro,  No lo hubiera creído, pero gracias a Dios y al sueño de una gran artista y directora como Beatriz Duque este sueño se hizo realidad


VICTOR HUGO TEJADA ARENAS

TQM Creativo